Ingredientes:
- 1 kg de berenjenas
- 1 cebolla tierna grande
- 1 kg tomate maduro
- 3 ramas de apio
- 200 gr. aceitunas verdes sin huevo
- 80 gr. alcaparras
- 30 ml. aceite
- 6 cucharadas soperas vinagre
- 3 cucharas soperas de azúcar
- sal y pimienta
¿Caponata? ¿Qué es eso? ¿Una gallina rellena, gratinada y fileteada? ¿Algo de la mafia? ¿Se come o es algo así como una pamela?
Queridos amigos: la caponata siciliana es un estofado de berenjena, muy típico de dicha isla italiana y que suele servirse como acompañamiento o por sí solo con tostas, que es la opción que hoy vamos a ver. Como todos los grandes sofritos mediterráneos, (véase pisto, samfaina, ratatouille, musaka, etc) tiene ese puntazo genial a comida hecha con cariño y tiempo que por supuestísimo sabe mucho mejor si lo dejas reposar unas horas o de un día para otro.
Con las cantidades que he puesto, come casi un ejército. Habrá para 6 personas fácilmente.
Es un plato absolutamente vegetal que además de ser muy sano, tiene ese punto agridulce entre el vinagre y el azúcar que lo hace verdaderamente sabroso. Mientras escribo esto, tengo a todas las papilas gustativas en pie pidiendo guerra: -Danos de comer y déjate de escribir gilipolleces dar vueltas!!
Preparación.
Lo primero de todo es lavar bien la verdura, o tendremos un magnífico guiso de berenjenas con sulfitos y abrillantadores extraperjudiciales que, como mínimo, harán que te salga una tercera teta.

Comenzamos haciéndole un Lorena Bobbit a la berenjena; esto es cortar el rabo, como sabéis. Una vez castrada, partimos la berenjena por la mitad y cada una de estas debemos partirlas en dados de 2×2 cm o un poco más grandes, para que sean majos y no se pierdan del todo en la preparación.
Las ponemos en un cuenco y ponemos bien de sal por encima (tampoco es medio kilo, sólo varios pellizcos) y un chorrín de aceite de oliva para que pierdan agua y amargor. Las dejamos reposar durante 30 minutos.
Mientras reposan, puedes observar tu tercera teta, o bien puedes ponerte a adelantar con los tomates. Lavamos bien, hacemos un corte de cruz en el culete del tomate, y los ponemos en abundante agua hirviendo durante 30 segundos aprox. Esto es escaldar, y al sacarlos del agua hirviendo hay que ponerlos en un bol con agua fría. El choque térmico hace que la piel salga muy fácilmente .
Pelamos todos, rallamos la mitad de ellos y reservamos.
Pasados los 30 minutos de la berenjena, pasamos esta por agua fría, escurrimos bien y la ponemos en una cazuela que tendremos con los 30 ml. de aceite caliente. No hace falta poner más sal; comprobaremos al final cómo está. Mantenemos a fuego medio-alto hasta que se doren ligeramente.
Mientras se dora, cogemos las ramas de apio lavadas, y con un pelador, pasamos por las estrías de arriba a abajo hasta dejarlo más o menos plano todo (estamos eliminando fibras que luego son un coñazo en la boca). Ahora cortamos en brunoise o daditos pequeños. Cuando se dore la berenjena, ponemos el apio y le damos unos 5-10 minutos a fuego medio.
Mientras, cortamos la cebolla en brunoise y la rehogamos en una sartén aparte durante 5-10 min también. Cuando esté, la añadimos a la cazuela grande.
En la misma sartén donde hemos hecho la cebolla, añadimos el ajo picado y el tomate rallado y mantenemos a fuego alto hasta que el tomate se seque un poco (unos 10 min). Mientras, troceamos el resto de tomates partiendo por la mitad y cada una de estas en cuatro. Pasados los 10 min, los añadimos al resto del tomate y mantenemos otros 5 min dando alguna vuelta.
Mientras se hace el tomate, añadimos las aceitunas partidas por la mitad a la cazuela junto con las alcaparras, el azúcar, vinagre, sal y pimienta. Mezclamos bien todos los ingredientes y dejamos unos 5 min a fuego medio
Pasado ese tiempo, empieza el sexo duro. Añadimos los tomates a la cazuela grande, removemos todo bien y mantenemos a fuego medio-bajo durante 3 minutos, apartando ya del fuego para que se termine con el calor residual.
Dejamos reposar como mínimo 10 minutos, siendo lo ideal a partir de las dos horas. Este es el aspecto más o menos trascurrido ese tiempo.
Para acabar, coged el mejor pan que tengáis a mano, haced un par de rebanadas por persona, tostar bien, y poner la cantidad que queráis de caponata por encima. A mí me gusta ser salvaje y ponerle cantidades imposibles de comer con un mínimo de dignidad (mola que todo se caiga porque hay mucho).
Espero que disfrutéis a tope!
Queridas, queridos, a más ver.
Música para cocinar: