Ingredientes (4 personas):
- 400 gr de arroz bomba
- 16 gambones
- 1 cebolla hermosa (como tú)
- 2 tomates para rallar
- 1 ñora
- 1,2 L de caldo de pescado
- Azafrán en hebra
- 90 ml de aceite de oliva virgen (como yo)
Porno duro. Paella de gambas, arroz del señoret o senyoret, arroz con cosas, o lo que queráis llamarle para que esta primera entrada no suponga una crisis diplomática con los valencianos, que están un poquito mal de la cabeza con este temita de la nomenclatura del arroz y a la primera de turno nos ponemos nerviositos y empieza la tensión.
Coman más fibra y caguen por favor, que es sanísimo. Este sería mi primer consejo en el blog, ya como enfermero titulado.
Este arroz me lo enseñó mi mejor amigui, que es de Valencia, y es una de las recetas que más he cocinado estos años de oscuridad informativa para vosotros. Es una verdadera alegoría a la amistad por su sabor nuclear. Si bien es cierto que normalmente lo hemos acompañado con sendas botellas de vino blanco bien fresquito, que va muy bien para cualquier alegoría. Pero bueno, dejemos de lamernos el órgano y al lío.
Preparación:
Necesitamos un paellero o sartén lo más ancha posible si no tienes. Pelamos los gambones y reservamos el cuerpo por un lado y las cabezas por el otro. Empieza echando el aceite a la paellera cuando ésta esté caliente (como tú, pero no tanto que se quema) y añade las cabezas. Pásalas y machácalas para que salga toda su movida interna, que dará color y saborazo. Cuando esté medio doradito, saca las cabezas y deja los jugos. Echa la cebolla (previamente rallada) y dora junto con la ñora cortada con las manos a trocitos (previamente hidratada unos minutillos en un vaso con agua caliente y sin el rabo y las pepitas. Repito. Sin el rabo, que te gusta mucho el cachondeo).
Cuando esté doradita, todo esto a fuego alegre, echa los tomates también rallados y 4-5 hebras de azafrán (si no tienes, no sufras) y baja el fuego. Cocina hasta que se deshidrate y quede una pasta oscurita: el famoso sofrito; la madre del cordero en este caso. No, no lleva cordero; es sólo una forma de hablar, palurda. Cuanto más tiempo esté el sofrito a fuego lento, más rico será el arroz, pero con que deshidrate, es suficiente.
Echamos el arroz y ahora añadimos el caldo templado, sin llegar a hervir. EL caldo puedes hacerlo tú con pescado de roca, unas verduras y cubriendo de agua durante 20 minutos, o hacer como yo y comprarlo ya hecho, y te ahorras todo el follón. Secretito: el caldo de pescado CON sofrito de merc**ona (no quiero hacer publicidad) es una maravilla y resuelves el asunto con dignidad suficiente.
Cocinamos durante 17-18 minutos. Los primeros 5 a fuego fuerte y luego moderamos el fuego. Cuando falten 8 minutos, echamos las gambas ya peladas (por eso se llama del soñorito o senyoret) y a los 4 minutos les damos la vuelta. Mientras, ya sabéis lo que vamos a hacer en Restaurander mientras esperamos que se cocine.
Los últimos 2 minutos le puedes subir el fuego a tope hasta que escuches el arroz crepitar; con eso se consigue el famoso y orgásmico socarrat (ojo que esta maniobra es muy pro y te puedes cargar el arroz si lo quemas). Al final, apagamos el fuego y cubrimos con un trapo, papel de aluminio o un ala delta, lo que pilles, y dejamos reposar cinco minutos. Servir y a gozar como cerda en lodazal.
Queridas, queridos, a más ver.
A Markus, amigo y fan nº 1 del blog, que ya no está entre nosotros. Esta primera receta es una explosión de amor, por eso esta es para ti y los tuyos. Besarkada haundi ta bero bat.
Música para cocinar: El fin del Mundo – Atxolotes mexicanos