Ingredientes:
- 400 gr. de calabaza
- 2 zanahorias
- 1 naranja
- 1 trozo de jengibre fresco
Hoy tenemos una receta muy sana, muy ligera y muy barata perfecta para cenar cualquier día si eres como yo, de los de lorza generosa (para el resto también; no hace falta que hagáis como Sonya Thomas, que se comió 56 hamburguesas en 8 minutos, o como Takeru Kobayashi que se comió 32 repugnantes huevos duros en un sólo minuto, convirtiéndose así en el hombre más asqueroso del mundo).
Como ya sabéis, las recetas que comporten una extrema dificultad en su preparación, quedan incluídas en la sección Cocina para Infantas. El caso de hoy es así de complejo.
Preparación:
Cortamos la calabaza en dados de 1×1 cm (brunoise), la zanahoria en rodajas de 0,5 cm aprox (no importa la estética porque luego lo haremos trizas con la batidora) y echamos en una cazuela a fuego alto con un pelín de aceite (dado que es una receta sana, sería un detalle que no te pusieras toda berraca de aceitaco). Pelamos el trocito de jengibre (el tamaño de medio pulgar aprox), lo cortamos en rodajas y estas en filetes (juliana) y a la cazuela, dejando 5 min dando unas vueltas para que no se pegue.
Cubrimos con el zumo de naranja y poniendo agua hasta que sobresalga un dedo aprox de los ingredientes. Dejamos 20 minutos y trituramos.
Emplatamos y listo.
Hoy, además, os voy a enseñar una calabaza vasca que trajo un compañero a clase de hobbie en Terra D’Escudella. Lo de vasca es por el tamaño, pero en cualquier caso, es la cosa más punky que había visto en mucho tiempo.
Espero que disfrutéis.
Queridos, queridas, a más ver.
Música para cocinar:
Esta receta de calabaza merece una canción en la que alguien se lleve unas buenas calabazas y esta es una de las mejores canciones con calabazas de por medio. Joder, qué bonita es:
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