Ingredientes (4 raciones):
- 600 gr. de acelgas
- 2 patatas medianas
- 6 lonchas de jamón serrano
- 50 gr. de queso idiazábal
- Piñones
- 2 dientes de ajo
Holi amiguis!! La semana pasada, en la tranquilidaz de mi residencia palaciega de los findes (lo que vendría siendo tumbado en el sofá), recibí un tuit en el que una amiga me retaba a hacer una receta con acelgas como ingrediente principal.
He de reconocer que entro al trapo cual torete en fiestas de pueblo e inmediatamente mi amiga, ya enemiga, recibió la única respuesta posible ante un reto fresco:
Inmediatamente después me hice popó ya que no se me ocurría nada que llevara como ingrediente principal ese producto taaaaaaaan apasionante como las acelgas y que además pudiera resultar interesante a la par que sabroso y que no diera la sensación de estar comiendo alfalfa insípida en un prado de Palencia (en serio, ¿hay alguien de Palencia? ¿Podéis poneros en contacto conmigo con alguna señal de este u otros mundos? Tengo la impresión de que Palencia es un escenario para rellenar el mapa de la meseta y me gustaría saber cómo sóis, qué hacéis, si respiráis por nariz o branquias, etc). Repuesto del shock acelguil, pensé en alguna receta que no fuera muy complicada, que tuviera un sabor rico y que además ayudara a combatir a esa amiga que tantos tenemos y que siempre nos acompaña: LA LORZA.

¿Dispuestos a perpetrar el duelo? ¡Tres pasos al frente y desenfunden!
Preparación.
Vamos a empezar escaldando las acelgas poniéndolas en agua hirviendo como el infierno durante dos minutos e inmediatamente después las escurrimos y pasamos a un bol con agua y hielo para cortar la cocción y que la acelga mantenga ese color verde tan bonito y escurrimos rápidamente, que no es un jacuzzi de acelgas.
No le hemos puesto sal al agua porque nos cepillaríamos la clorofila y con ello el color verde (sí, la clorofila es algo más que un sabor de chicle prehistórico), así que habrá que tenerlo en cuenta para más adelante.
Ahora vamos a cortar la patata en dados (peladla por favor, no me seáis punkis) de 1×1 y aprovechamos la olla con agua hirviendo que tenemos de las acelgas, además de ponerle una cucharada sopera de sal. Es probable que algún talibán de la verdura o algún profesor de química de la acelga me diga que es una aberración aprovechar el agua, pero qué queréis que os diga. Por mí podéis venir y comerme el potorro lo discutimos tranquilamente.
Dejamos la patata hirviendo durante 15 minutos, sacamos y escurrimos bien. Pon el horno a calentar a 220º, arriba y abajo (y si tienes grill, mejor) y así vamos adelantando.
Ahora cogemos una sartén a calentar y cuando esté caliente y ponemos dos cucharadas de aceite de oliva (acordáos de que si lo ponéis a la vez que se calienta la sartén, se quemará el aceite cuando la temperatura de la sartén sea la correcta y todo será una purria). Cortamos los dientes de ajo en filetes y los echamos en la sartén junto con unos poquitos piñones, que le darán textura a la receta. Antes de que estén quemados y desfigurados, ponemos las acelgas y las patatas en la sartén y salteamos durante 4-5 min aprox, para que se mezclen todos los sabores bien.
Ahora ponemos la mezcla en un recipiente para el horno, cogemos el idiazábal y lo rallamos por encima de la forma más lujuriosa posible.
A estas alturas ya estarás pensando que tus tristes acelgas al final va a resultar que hasta te ponen cachondo. Y lo harán.
Antes de meter al horno, vamos a preparar también el jamón para hacer los crujientes. Yo en casa tengo aros de emplatar y quería hacer unos circulitos de jamón (que como habéis visto, quedaron más bien planos…tendré que hacer más pruebas) para luego decorar con ellos, pero si no sois tan repipis como yo y no tenéis aros de emplatar, podéis ponerlas en una bandeja de horno entre hojas de papel de horno para que se sequen bien (creo que esta es la diferencia con mis no-circulares crujientes de jamón, que crujían, pero no eran redondos).
Ahora metemos las dos bandejas en el horno y dejamos hasta que la capa de queso quede gratinada y el jamón tenga un color más dorado y esté crujiente.
Ahora cortamos las raciones, acompañamos del crujiente de jamón y ¡fiesta! Querida Ana, espero haber salido airoso de este reto y que te guste mucho la receta. Esto no va a quedar así, también te lo digo. Tendré que pensar en algo más espectacular para que la resolución del reto sea por todo lo alto y dándolo todo.

Espero que lo disfrutéis.
Queridas, queridos, a más ver.
Música para cocinar:
Como es la superación de un reto, y eso me pone contento, me imagino entrando en la sala a hombros mientras suena esta canción estilo majorettes de la película El fantástico Mr. Fox, que si no la habéis visto, ya tardáis.
Whack-Bat Majorette – Alexandre Desplat
Un comentario en “Gratén de acelgas y patata con idiazábal y crujiente de jamón”