- 1kg tomate pera
- 100 gr. de pan
- 250 ml. aceite
- 1 diente de ajo
- sal
- Virutas de jamón serrano
Con la receta de hoy no vamos a descubrir América, pero es una de esas recetillas fáciles de toda la vida que siempre va bien tener a mano por si te entra un apretón de calores y no tienes nada más que cuatro mierdas en la nevera.
Probablemente sea además una de las recetas más baratas EVER, además de certificar la gran frase «menos es más», ya que con muy pocos ingredientes tienes un plato de escándalo.
Los que conozcáis el plato, sabéis que se suele servir con virutas de jamón y (un momento que aguanto la respiración)… huevo duro.
Bien; los que me seguís, no hace falta que diga nada más. Los que no me seguís, sólo diré que no pienso cubrir de esa asquerosidad este riquísimo salmorejo. Se me está revolviendo hasta el alma de pensarlo.
Está claro que en este mundo sólo hay sitio para uno de los dos: o el huevo duro, o yo.

Preparación.
Lavamos los tomates, hacemos un Lorena Bobbit (quitamos los rabos) y partimos los tomates en cuatro trozos.
Ponemos el pan del día anterior (o de los siglos anteriores como es mi caso) a remojo hasta que quede reblandecido y sin escurrirlo lo ponemos en el mismo recipiente que el tomate.
Pelamos el ajo y a la olla.
Si te va la marcha, puedes poner un par de ajos, a no ser que tengas una cita con Nosferatu.

Ponemos sal y procedemos a batir.
Una vez batido, vamos a pasarlo por un colador fino para eliminar los restos de piel y pepitas que hayan.
Una vez colado, vamos a poner el aceite al hilo (poco a poco) mientras batimos de nuevo para conseguir que emulsione.
Ajustamos de sal y dejamos un mínimo de dos horas en la nevera y ya está listo.
Ojo con ponerlo muy al punto de sal antes de darle frío en la nevera ya que después de reposar, los sabores tienden a intensificarte, por lo que si has clavado el punto antes de enfriar, es probable que luego sea saladito; como tú.
Queridas, queridos, a más ver.
Música para cocinar:
Un comentario en “Salmorejo cordobés: ¡tracatrá!”